Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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100314
Legislatura: 1893
Sesión: 4 de Mayo de 1893
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 26, 304-305
Tema: Contestación al discurso de la Corona

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Ante todo, protesto de no haber tenido desconsideración ninguna hacia S. S. No me gusta desconsiderar a nadie, y mucho menos en este sitio, a quien se halla investido de la dignidad senatorial. No; yo no he venido aquí a desconsiderar a nadie, sino a poner las cosas en su verdadero lugar.

Ayer yo no estaba en el banco azul cuando su S. S. se sirvió hacer alusión a un interview que yo tuve con un periodista, o que él tuvo conmigo. Cuando entré, S. S. me preguntó: ?¿Es verdad eso que ha dicho ese periodista?? Y yo pregunté a un compañero que tenía a mi lado: ?¿Qué es lo que ha dicho el Sr. Duque de Tetuán??. Porque yo no he oído la pregunta. Y me entregó un papel en que estaba apuntada dicha pregunta, y era ésta: ?¿Es verdad que el Gobierno liberal, cuando venga al poder, si llega al poder, hará inmediatamente un tratado con Francia?? ¡Hombre, yo [304] no lo he podido decir en ninguna parte! ?Pues conste que lo ha dicho el corresponsal de un periódico? sin saber ni qué periódico ni qué corresponsal. Y entonces yo contesté a S. S. que no podía haber dicho semejante cosa, porque habría sido una indiscreción. Y es más, añadí: ?Lo que dije en todas partes, y repito ahora, es esto.? Es decir, precisamente poco más o menos lo que dice el corresponsal en el interview que le atribuían conmigo. De manera que si S. S. hubiera leído eso, habría visto que estaba conforme con la respuesta que yo daba; prueba de que yo no sabía qué periódico, qué corresponsal ni qué interview eran, sino que yo contestaba sencillamente a una pregunta que me decían que había hecho S. S., en la forma que estaba escrita. De modo que yo quiero poner las cosas en su lugar. A mí nadie me ha pedido satisfacción, hasta el punto de que cunado me enteré, habiendo salido por corto tiempo al despacho de los Ministros en este mismo edificio, entonces tuve noticia de que la alusión de S. S. era a El Imparcial, y hasta me dijeron el nombre del periodista. Pregunté al Sr. Presidente si podía yo hablar y estuve esperando a ver si concluía el Sr. Duque de Tetuán, para usar de la palabra, antes de que yo hubiera visto ni al periodista ni a nadie, porque no quiero que a nadie se ofenda, y sobre todo, cuando el ofendido puedo creer que lo ha sido porque su situación es modesta en comparación de la altura de S. S.

Por lo demás, lo dicho en esa interview, dicho está; lo sostengo aquí, lo he manifestado en todas partes y lo demostraré en su día. No tiene nada de particular, porque S. S., que se indigna tanto por eso, a fe que ayer no nos dijo cosas menos fuertes a nosotros que estamos tratando con todos los Gobiernos de Europa y América. Pues bien; si hay falta en la interview de un periódico, ¿no será falta, y falta más grave, venir a hablar de esas cosas, y en los momentos en que se está negociando con todos los Gobiernos del mundo, venir a combatirnos desde el puesto del Senador, por una persona que acaba de ser Ministro de Estado? (Rumores. El Sr. Duque de Tetuán: Pido la palabra.)

Por consiguiente, como ha de haber tiempo, y yo he de tomar parte en la discusión, porque, si no, esto va a ser interminable, y he de resumir el debate, entonces diré lo que convenga manifestar, y verá S. S. cómo confirmo eso mismo que debo confirmar, y cómo se lo demostraré.

Y por no prolongar la discusión, porque veo que a cada palabra que yo diga S. S. va a pronunciar un extenso discurso, me siento.



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